PERSONAJES INVOLUCRADOS EN LA DEVOCIÓN DE LA VIRGEN NIÑA

LA DEVOCIÓN A MARÍA NIÑA

La devoción a María bajo la advocación de Niña nació en la ciudad de Milan -Italia en el convento de las Hermanas de la Caridad en 1735 y en la ciudad de México en 1840 en el convento de San José de García. 

Bajo esta devoción surgió un nuevo carisma en la iglesia con las Esclavas de la Inmaculada Niña. Posteriormente nació una congrecación de sacerdotes llamados Misioneros de la Natividad de María Niña, las siervas de la natividad de María y los grupos de niños, adolescentes, jovenes y adultos: Esclavitud Mariana. Tambien las Hermanas de la Caridad se las conoceria más tarde como Hermanas de la Virgen Niña o Hermanas de la Caridad de María Bambina. 

FUNDADORES

PADRE FEDERICO SALVADOR RAMÓN

 

El día 9 de marzo de 1867 nació Federico Salvador y Ramón, de Doña Francisca, natural de Almería, y Don Francisco, que era de Instinción (Almería).

Era un buen estudiante que ingresó en el seminario a la edad de 18 años. Allí, fue muy querido entre sus compañeros y se distinguió por su amor a María y a la Eucaristía.

Fue ordenado como sacerdote el 20 de diciembre de 1890.

El 20 de abril de 1895, fiesta del Buen Pastor, Federico tuvo una experiencia carismática vocacional en la que se sintió llamado por el señor Para realizar una función específica en el Pueblo de Dios. Desde aquel momento, vivió su vida de una forma nueva: A LA ESCUCHA del plan de Dios para él y para todos los hombres y DESEANDO SERVIR a Jesús Siervo, y en Él a todos los necesitados.

Providencialmente, Federico viajó a México y allí este joven misionero, que había recibido el carisma de la esclavitud Mariana, se encontró con Rosario Arrevillaga, fascinada de amor por la Inmaculada Niña. De esta unión profundamente espiritual nació la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña, el 23 de febrero de 1901.


Murió en S. Diego (California) el 13 de marzo de 1931.

MADRE ROSARIO ARREVILLAGA ESCALADA

 

El día 12 de Noviembre de 1860 nació Rosario Arrevillaga en México. Sus padres, Marcos y Guadalupe rezaban todos los días el Rosario pidiéndole al Señor que les concediera una hija.

Rosario, poco a poco, fue descubriendo la persona de Dios como verdadero Padre.

El 7 Octubre de 1880, al recibir como regalo la imagen de la Inmaculada Niña, Rosario tuvo una experiencia carismática.

Desde este momento Rosario contemplaba toda la realidad creada por Dios de una manera nueva el espíritu le dio UNOS OJOS NUEVOS, UNA FUERZA NUEVA, PARA PENETRAR LA PROFUNDAR LA PROFUNDIDAD DE TODAS LAS COSAS y vibrar ante lo inocente, lo sencillo y lo amable que veía reflejado, especialmente, en los niños más pobres.

Providencialmente, Rosario, que había recibido el carisma de la Infancia Espiritual, encontró con Federico Salvador, un joven misionero español fascinado por el amor de Dios y su plan de felicidad para todos los hombres. De esta unión profundamente espiritual nació la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña, el 23 de febrero de 1901.

Murió en México el 10 de enero de 1925.

P. VICENTE ECHARRI GIL


 Fundador de los Misioneros de la Natividad de María.

Nació en Artavia (Navarra) España, el 3 de octubre de 1903, hijo de José María, natural de Artavia y de Juana, natural de San Martín de Amiscoa. Fueron cinco los hijos del matrimonio: Amancio, Tarsila, Teófilo, Vicente y Milagros.

Fue bautizado en la Parroquia de San Esteban Protomártir de Artavia. Ingresó al Seminario de Pamplona aproximadamente a los doce años. Fue ordenado sacerdote el 14 de junio de 1930 en Pamplona. Su Cantamisa fue en la fiesta de “Corpus Christi” de 1930 en Artavia.

Llega a México

Llegó a México cumpliendo una promesa que había hecho a la Santísima Virgen de Guadalupe, en 1931. Trabajó en la Arquidiócesis de México, en Ixmiquilpan, Hgo. En Tulancingo, en San Luis Potosí. Se dio como Misionero, como maestro, como confesor de Seminarios y de Religiosas, como director espiritual y desempeñó trabajos de parroquia y de Superior General.

Misión como Fundador

Los sacerdotes Federico Salvador y Ramón concibieron la idea de fundar una Congregación de hombres paralela a la existente de la Esclavas de Divina Infantita. Murió antes de ver realizado se deseo y las religiosas no dejaron la idea y finalmente encontraron al Padre Vicente Echarri como un sacerdote dispuesto a realizarla.

En la ciudad de México se encontraron la R.M. María del Alma Muriel y el P. Vicente quien decide hacerse cargo del grupo de niños y jóvenes que bajo el cuidado y protección de las religiosas formaban el Seminario de la Divina Infantita en la casa de Madero 4 de Tlalpan, D.F. el 17 de Abril de 1944.

Misión como Fundador

Su Misión como fundador comienza pasando por muchas pruebas, trasmitiendo a sus hijos una espiritualidad inundada de amor a María, hasta llegar a ver lo que ahora es el Instituto de los Misioneros de la Natividad de María. Dios lo llamó a su presencia el 26 de julio del 2005 en la ciudad de León, Gto. a la edad de 101 años y 75 años de vida sacerdotal.

Sta. M.ª Bartolomé Capitanio

El entusiasmo juvenil y el deseo ardiente de imitar la caridad del Redentor mueven a M.ª Bartolomé Capitanio a entregar su vida por los demás, dedicándose especialmente a la juventud, a los pobres, a los enfermos, a los que se encuentran en peligro y, sobre todo, a quienes están más alejados de Dios.

 

Un sueño hecho realidad

La fundadora de las Hermanas de la Virgen Niña, M.ª Bartolomé Capitanio, nace en Lóvere, un pueblo del norte de Italia, en el seno de una familia humilde. De temperamento vivaz e inquieto, ya a los doce años siente sus primeros deseos de entregarse totalmente al Señor. Al terminar sus estudios, la dura realidad de su pueblo, arrasado por las guerras napoleónicas, le plantea todo un reto: “La bendita caridad con el prójimo que Jesús tanto amaba en este mundo”.

M.ª Bartolomé se siente atraída por Dios, necesitada, como toda persona, de salvación. Queda deslumbrada por Jesús, que asume la naturaleza humana y entrega su vida por amor. Si Jesús es para ella aquel que por amor se entrega por todos, que sale al encuentro de sus necesidades hasta “dar su sangre”, por lógica ella debe hacer lo mismo. Este es el camino que propone para el instituto que se siente llamada a fundar.

Se encuentra con otra joven del pueblo, Vicenta Gerosa, quien ya se dedicaba a realizar obras de caridad. Nace entre ellas una gran amistad, en la que comparten “la inquietud por el bien de los más necesitados”. M.ª Bartolomé le propone unir sus esfuerzos para edificar una casa totalmente dedicada a la caridad. Vicenta no se siente capaz, pero en la oración asume la propuesta y pone sus bienes y su misma persona a la disposición de tal fin.

El 21 de noviembre de 1832, respondiendo a la llamada de Dios, se consagran totalmente a Él para ser instrumento visible de su caridad con un pueblo en el que la necesidad es “grande y extrema”. Se concreta así el proyecto de M.ª Bartolomé: un instituto totalmente dedicado a las obras de caridad, a imitación del Redentor. Ocho meses después de la fundación, M.ª Bartolomé fallece a los 26 años de edad, y quien continúa el proyecto es Vicenta Gerosa.

 

El carisma

Nuestro carisma es manifestar a los hombres el amor de Dios en el ejercicio de las obras de misericordia. Así prolongamos la caridad del Redentor, dispuestas a “hacer todo lo posible, sufrirlo todo y aun dar la vida por el bien del prójimo”.

El nombre de la congregación pensado por la fundadora era “Hermanas de Caridad”, pero, por providencial designio, nos acompaña, desde los orígenes del instituto, María en su Natividad; por eso somos conocidas como “Hermanas de la Virgen Niña”.

Podemos decir que tenemos una espiritualidad mariana en cuanto a la devoción difundida desde los orígenes de la congregación. Así, celebramos con gran solemnidad el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de María, y el 21 de noviembre, día de su Presentación en el templo y de la fundación del instituto.

Fuente: www.divinainfantitatejupilco.jimdo.com

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