La Virgen de Cupa se aparece como una Niña

Aparición aprobada por la Iglesia

La Virgen de Cuapa y el Vidente Bernardo Martínez
La Virgen de Cuapa y el Vidente Bernardo Martínez

En la cuarta aparición de la Virgen de Cuapa al Vidente Bernardo Martínez, la Santísima Virgen se le aparece como una Niña, aquí les dejo con el relato:

 

Cuarta Aparición

 

 “La Virgen Niña”

 

Lunes 8 de Septiembre de 1980

 

 

El lunes ocho de Septiembre Bernardo fue al lugar de las apariciones acompañado de más personas, incluso habían niños. Fue con la esperanza de la cita que no se había cumplido en Agosto.

 

 

Llegaron y rezaron el Rosario. Al terminarlo Bernardo vio la luz, como de un relámpago. Eran las tres de la tarde. Pensó que la Señora ya iba a llegar, porque también sentía la alegría que siempre sentía cuando ya la iba a ver. Luego el segundo relámpago, que siempre es para verla, y la vio… sobre la nube estaba la Virgen María. La vio niña ¡Bellísima! ¡Pero pequeña! Tenía una túnica color crema pálido. No llevaba velo ni corona ni manto. Ningún adorno. El vestido era largo, manga larga, y estaba ceñido con un cordón rosado en la cintura. El cabello café le caía sobre los hombros. Los ojos también café, pero más claros, casi color miel. Toda Ella irradiaba luz. Se parecía a la Señora, pero era una niña.

 

Bernardo estaba admirado, viéndola y Ella le habló con su voz de niña, como de siete u ocho años. Con su voz dulcísima dio el mensaje nuevamente. Lo dio completo, como lo daba la Señora; y al terminar, Bernardo pensó que siendo niña iba a ser más fácil que se dejara ver de otras personas. Después de escucharle la petición, la Virgen le dijo:

“No. Basta con que vos les des el mensaje: porque el que va a creer, con eso basta; y el que no va a creer, aunque mire no creerá”.

Bernardo no insistió más con el asunto y le habló del templo que la gente quería hacer en honor de Ella, a lo que respondió:

 

“No. El Señor no quiere templos materiales. Quiere los templos vivos que son ustedes. Restauren el Sagrado Templo del Señor. En ustedes tiene el Señor todas sus complacencias. Ámense. Ámense unos a otros. Perdónense. Hagan la paz. No la pidan solo. ¡Háganla!”.

También dijo:

“En comunidad mediten las Bienaventuranzas.”

Y luego añadió:

“No voy a volver el ocho de Octubre, sino el trece.”

Y la nube la elevó como las otras veces.

 

Fuente: www.centinelasdemariadecuapa.com